jueves, 13 de marzo de 2008

¿Museas?


Quien no tiene un museo es porque no quiere. Con un “repellao” por aquí, una zoleta de las antiguas, algún que otro apero de labranza y el trozo valioso de una marmita pre-románica (o pósvisigótica) te monto una sala de exposiciones que ya quisiera el Louvre. No pueden faltar las fotitos de la época, los paneles enciclopédicos y la proyección audiovisual (ya, cómo nos faltaba material apropiado mejor contamos la historia de España y de Bizancio de paso. Por cierto, la versión en alemán se me hizo un poco larga....).


Así, al rebufo de la pasión cultural, del asiento gratuito, de la sombra reconfortante y del marketing aterrador, se multiplican los museos como los conejos de Australia. El del bandolero, el de la provincia, el municipal, el de los oficios, el de la campiña, el del condado del duque del patronato, el de los toneles de madera de roble con terminación en herrería isabelina y tallado... y así hasta el infinito.


Claro, esta es la versión refinada del asunto, la otra, la popular, la de la historia municipal, la de “hay que meter algo de cada época”, se nutre por igual de una piedra del calcolítico, de un resto del neolítico, de una ermita pre-moderna, de la vegetación de la campiña y de la fauna de los alrededores (ya digo, no podemos renunciar a nada que para eso estamos montando nuestro museo), o se pueden colocar igualmente los documentos que el historiador local guardó o fotografió en el archivo, los tipos de escopeta de caza, las fiestas populares y las recetas que los niños del colegio montaron en el mural (y denme ya un ansiolítico del siglo XXI que no aguanto tanta información junta...)


Lo que os decía, queridos amigos, quien no tiene un museo es porque no quiere y nosotros desde aquí, estamos ya pensando en montar el nuestro, nuestra particular versión del catálogo de los errores, del “soberao” de los muebles abandonados y de la trastienda de vestigios de la historia local que se erigirá, de aquí a unos meses (dennos tiempo que vamos a más) con el prestigioso premio internacional a la recopilación más caótica del patrimonio hetero-singular.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto me recuerda un cartel expuesto en la última venta que estuve que decía algo así:"Por un vaso de vino usted puede ocupar un asiento, pedir agua, un palillo,usar el baño,cantar, bailar, contar chistes...y hasta decir que el dueño gana mucho!!!"

Saludos desde El Otro Lado de La Luna en una noche más de insomnio...

P.D.Prometo hacer una foto al cartel y enviarosla cuando vuelva a la venta.

Anónimo dijo...

Gracias por estar ahí, al otro lado, aunque sea al otro LADO DE LA LUNA. Esa foto puede sumarse a la galeria sin duda.