viernes, 11 de enero de 2008

Algunas señales para no perderse en el “Concilio de Trento”

Mirada

Predisposición por el extrañamiento, vecinos de lo extraordinario y enemigos de lo oficialmente trascendente. Viajeros de la indagación y no turistas del simulacro.

Respiración

No sólo inspiración, también espiración. Si sólo inspiramos podemos llegar a explotar, mejor encontrar el pulso de la vida, el ritmo de las cosas, el rocío de las gentes. Una respiración a la medida de nuestros deseos, bajo el parámetro de nuestras necesidades.

Anécdota

¿Qué es la vida, vivida en primera persona del plural, sino la constelación de sucedidos, encuentros y anécdotas para la que buscamos un esquema narrativo adecuado? Dentro de cada anécdota está la semilla de lo esencial.

Imaginación

¿Cuánta imaginación no hace falta para contemplar la verdadera realidad? Contemplar de veras el proceso de la vida ¿no exige una intensa participación emotiva en la contienda? Imaginar no para huir, no para evadirse sino para recrear, para comprometerse, para sentirse. Vivir imaginando, escribir recordando.

Lentitud

No tengas prisa, tómate tu tiempo. Todo llega a su hora, ni antes, ni después. La vida queda del lado de la lentitud.

Extravío

Toda intención de libertad precisa momentos de extravío. Perder para encontrar lo no imaginado. Perderse para encontrarse.

1 comentario:

Krasna dijo...

Porque urge conocerse en plural y explorar mano a mano... hombro con hombro.

Porque para conversar conviene sentarse primero (y tomar un café-lillo a ser posible)

Porque las anécdotas no sólo cuentan, sino que acompañan

Porque aún falta para que Google Earth descubra la Calle Cilla.

Por todo eso (y porque me viene haciendo falta un buen potaje) se apunta a la lista otro amigo del Concilio